Situado a 8,5 km del Puerto de Pollença, Pollença es un bonito pueblo donde la vida gira en torno a su plaza, centro de la actividad social y comercial. A la sombra de grandes árboles encontramos una variada oferta de bares, restaurantes y tiendas.

Merecen una visita el puente romano, la iglesia erigida por los templarios y el convento barroco de Santo Domingo, donde se celebra cada año el Festival de Pollença de música clásica, de prestigio internacional. Pueden seguir paseando hasta la calle Jesús, donde empieza la escalinata de 365 peldaños flanqueada por elegantes cipreses, que les llevará hasta una ermita rodeada de cruces que representan el Calvario de Jesucristo. Desde lo alto se puede una panorámica que bien merece el esfuerzo. Otro lugar privilegiado es el Puig de María, desde dónde se puede observar la península de Formentor, la bahía de Pollença y la de Alcúdia.

Pollença tiene una larga tradición cultural y artesana que ofrece al visitante galerías de arte, tiendas de artesanía, tiendas de alimentación y vinos gourmets, fábricas de muebles rústicos. El Museo de Pollença está ubicado en el antiguo convento de Santo Domingo. En sus salas se muestran, entre otras obras, un conjunto de retablos góticos de las diferentes iglesias de Pollença, una sala dedicada a la Prehistoria, cerámicas del Convento y una colección de obras famosos pintores como Atilio Boveri, Anglada Camarasa, Dionís Bennassar, Pablo Genovés, Antoni Riera, etc.

Los domingos se celebra en la plaza el mercado tradicional de productos agrícolas y artesanos típicos de Mallorca.